sábado, 14 de julio de 2018

IRENE SÁNCHEZ CARRÓN





Escultor con estatua



Duermo bajo tu luz y me despierta
un eco de latidos que viene de muy lejos.

Dejo caer mis dedos
por el caudal crecido de tu inmóvil cabello
y acaricio tu rostro,
tus mejillas, tus labios,
con mis ojos cerrados,
en lo oscuro, despacio,
voy a tientas, recorro
la nieve antes no hollada de tu carne.

Quiero sellar las grietas
que el tiempo helado forma
y cerrarte los ojos sobre sueños
y tenerte por siempre en mi hermosa mentira.

Quiero habitar tus brazos
que sólo viste el aire
y entrar al cielo inmóvil de tu alma
y ver mi soledad reflejada en tu pecho.

Bajo mis manos eres
la luz del primer día.



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