jueves, 30 de julio de 2020

EDGAR LEE MASTERS




Yee Bow



Me hicieron asistir a las clases de catecismo
en Spoon River,
y quisieron que negara a Confucio por Jesús.
No me pudo haber ido peor
si hubiera pretendido que negaran ellos
a Jesús por Confucio.
Pues, un día, sin siquiera avisar,
como si fuera una broma,
se me acercó por detrás, silenciosamente, Harry Wiley,
el hijo del ministro, y me perforó los pulmones
con mis propias costillas bajo el golpe de su puño.
Ahora nunca dormiré con mis ancestros en Pekín,
y ningún niño rezará sobre mi tumba.



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