miércoles, 3 de julio de 2013

EDUARDO MITRE



  
Desde un puerto


Ese barco era un árbol
y ahora
                 el mar piadoso
en cada ola le borra
el recuerdo de un pájaro.
Así, en cada amante,
al indefenso ausente
-sin rumor ni sangre-
rasgo a rasgo
                           el tiempo borra.
El tiempo, y el mismo amor
que -ávido de ser-
hunde su memoria en otra piel
ya un cuerpo en otro inmola.

Olvidar es morir
y renacer otra persona.

De "Líneas de Otoño"



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