La Nave
Del
mar de la vida las ondas en calma
cobra la luna con rayo fugaz,
y en el horizonte, cortando su curva,
descubre una nave, ¿quién sabe do va?
cobra la luna con rayo fugaz,
y en el horizonte, cortando su curva,
descubre una nave, ¿quién sabe do va?
Y
avanza y avanza cruzando las olas
y el blanco velamen ofrece al terral,
que juega en las flores de orilla lejana
y aroma la inmensa llanura de mar.
y el blanco velamen ofrece al terral,
que juega en las flores de orilla lejana
y aroma la inmensa llanura de mar.
Ni
ruido, ni voces, y todo en silencio.
Parece que solo camina el bajel.
Mas no, que buscando del norte la estrella,
tenaz a la caña se ye al timonel.
Parece que solo camina el bajel.
Mas no, que buscando del norte la estrella,
tenaz a la caña se ye al timonel.
Estrellas
y luna ¿do están? ¿qué se hicieron?
El éter no ostenta su límpido tul,
la mar se ennegrece, se turba, se agita,
y avanzan rugiendo los vientos del Sud.
El éter no ostenta su límpido tul,
la mar se ennegrece, se turba, se agita,
y avanzan rugiendo los vientos del Sud.
Y
allá en el nublado, confuso horizonte,
cual blanco a los rudos combates del mar,
bajando al abismo, subiendo a las nubes,
descubro una nave. ¿Quién sabe do ira?
cual blanco a los rudos combates del mar,
bajando al abismo, subiendo a las nubes,
descubro una nave. ¿Quién sabe do ira?
La
invaden las olas, la llenan de espuma
y azotan los flancos del débil bajel.
En medio del agua, del viento, del rayo,
tenaz a la caña se ye al timonel.
y azotan los flancos del débil bajel.
En medio del agua, del viento, del rayo,
tenaz a la caña se ye al timonel.
Y
posa en el buque doliente mirada,
y llanto derraman sus ojos quizás,
al ver que no puede luchar con el viento,
al ver que se aumenta la furia del mar.
y llanto derraman sus ojos quizás,
al ver que no puede luchar con el viento,
al ver que se aumenta la furia del mar.
Mas
no lo abandona, mas no desfallece,
comprende su grande, su santa misión,
y altivo levanta la impávida frente
que ofrece a los golpes del rudo aquilón.
comprende su grande, su santa misión,
y altivo levanta la impávida frente
que ofrece a los golpes del rudo aquilón.
Por
más que se aumente la horrible tormenta,
por más que se estrellen las olas en él,
fijando en el norte la experta mirada
tenaz a la caña se ye al timonel.
por más que se estrellen las olas en él,
fijando en el norte la experta mirada
tenaz a la caña se ye al timonel.
....
Ya
vuelven, ya vuelven las brisas tranquilas,
pasaron los vientos furiosos del Sud,
la mar se serena, se calma apacible,
y el éter recobra su límpido azul.
pasaron los vientos furiosos del Sud,
la mar se serena, se calma apacible,
y el éter recobra su límpido azul.
Cruzando
las aguas que tocan la orilla
rompiendo las blancas espumas del mar,
y el ancho velamen al viento tendido,
descubro una nave, ¿quién sabe do va?
rompiendo las blancas espumas del mar,
y el ancho velamen al viento tendido,
descubro una nave, ¿quién sabe do va?
Lo
sé, para el puerto: las últimas rocas
burlando que pueden romper el bajel,
lo mismo en bonanza que en ruda tormenta
tenaz a la caña se ve al timonel.
burlando que pueden romper el bajel,
lo mismo en bonanza que en ruda tormenta
tenaz a la caña se ve al timonel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario