La casa encima
Tantos
siglos removiendo esta tierra
que
atravesó el ganado
y
alimentó al ganado y a los hombres
que
regaron esta tierra
con
el curso negro de su sangre
-la
sangre cambia de color
cuando
sale del cuerpo-.
Tantos
siglos alineando ladrillos,
aquí
hubo un establo
sobre
el que se construyó una iglesia
sobre
la que se construyó una fábrica
sobre
la que se construyó un cementerio
sobre
el que se construyó un edificio
de
protección oficial.
Tantas
mujeres fregando sus baldosas,
pariendo
en sus baldosas,
escondiendo
la mierda debajo de las baldosas
que
pisaron sus hijos ebrios
y
sus sobrios maridos
que
trabajaron y fornicaron
por
el bien de un país en el que no creían.
Tantos
siglos para que yo,
miembro
de una generación prescindible,
pierda
la fe en la emancipación,
mire
el techo de mi dormitorio
y
se me venga la casa
encima.
De: “El falso techo”
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