domingo, 8 de diciembre de 2019

ENRIC SÓRIA





El poeta revuelve cajones

                       Recuerdo o espina lenta, amor; te pienso
                                                         Joan Fuster



Amo tu adolescencia postergada:
menosprecio, carencias, soledad,
la absurda metafísica infligida,
para lograr que fueras
otra resignación gris del montón,
jugando encadenada, en un patio perpetuo de colegio.
Qué fácil es leer las fotos viejas.

Amo esa mirada muerta de las fotografías,
los desiertos que esconde, las apagadas quejas, la plegaria.
Qué tristes quince años, qué belleza.
Cuánta desolación habrá sido precisa
para cristalizar una mirada así
(cuánto amo esa mirada que eres tú,
trampa trivial, lo sé, de la fotografía).

Ahora, esa mirada es mía, como es mía
la voz de los amigos muertos ya,
algún cielo de Brueghel
y algún verso de Borges, algún cuerpo,
y nuestro desamor, y este poema.
Talismán espinoso que soporto, y que me da soporte:
la sombra más leal en la orilla del tiempo.

Cuánto has cambiado.
Qué fatuamente impúdicos
nos han vuelto los años,
y la vertiginosa continuidad de los gestos.


De: "Andén de cercanías".
Versión de Carlos Marzal


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