domingo, 13 de septiembre de 2020

JUAN-EDUARDO CIRLOT


  


Exhumaciones



Transito por lugares de abandono
y contemplo las fosas desoladas.
Las aguas de la noche han descendido
a estas costas humildes, deprimidas.
Todo está convertido en un lamento
sin nombre, acurrucado, irreparable.
Los dioses yacen mudos como esclavos,
lamiendo el oro rosa y el estiércol.

Lentamente yo busco entre las piedras
una llama de aquel incendio inerte.
Espadas de carbón, rosas de plata
aparecen, de pronto, entre los féretros.
Temblando como pájaros se ofrecen
esas flores tristísimas y sucias.
Las largas cabelleras de los héroes
emergen entre lirios y cerámicas.




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