Gran
Torino
(Clint
Eastwood habla sobre la vejez)
PARA
aprender del óxido y del leño,
para
ser más humildes,
para
entender mejor las cosas y crecer,
leamos
el mapa vital que escriben los ancianos,
sus
badenes,
sus
curvas de nivel.
Asumamos
los riesgos, el temblor,
la
lentitud, la caída,
las
pérdidas,
la
cruz de la desesperanza a veces desgarrada,
los
rostros del vacío, las trampas de la edad.
Aceptemos
con ellos la herrumbre,
la
sombra,
la
enfermedad, la saña férrea de la vida,
el
aire ardiendo auroras y borrando calendarios.
Seamos
más humildes,
y
consideremos,
como
algo más que una simple anécdota,
lo
fraterno, las cosas que nos cuentan, sus temores,
el
amor,
la
claridad leal de la experiencia,
la
vecindad, las diferencias,
las
cárcavas de su propia biografía.
Releguemos
por un momento
el
brillo, lo supuestamente divertido,
los
tópicos,
lo
sinsentido neutro,
lo
que no tiene mapa y nunca lo tendrá.
La
vida es futuro imperfecto y es abrazo.
(2008)
De:
“Trece escalones”
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