domingo, 2 de febrero de 2020

INGRID BRINGAS






El hogar está tan lejos del hogar



Salí temprano – a visitar a mi padre
sus ojos tenían el silencio – le dije
y la voz de sus ojos era más honda que todas las cosas
un pájaro se acercó a la ventana
miró con sus ojos raudos la cama que no era cama
el hogar que no era hogar
quise entonces posar mi mano en la rama de su cuerpo
yo balbuceaba en un silencio de luz
sobre un piso blanco
un aroma a lejía
un olor a muerte en todas partes y el sol quemaba
era verano, el hogar para morir está tan lejos de la muerte de mi padre.



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