Vera violetta
En
pos de su nivel se lanza el río
para
el gran desnivel de los breñales;
el
aire es vendaval; y hay vendavales
por
la ley del no-fin, del no-vacío.
La
más hermosa espiga del estío
no
sueña con el pan en los trigales;
el
más noble panal de los panales
no
declaró jamás: Yo no soy mío.
Y
el sol, el padre sol, el raudo foco
que
lo fomenta todo en la Natura,
por
fecundar los polos no se apura,
ni
se desvía un ápice tampoco…
¡Todo
lo alcanzarás, solemne loco,
siempre
que lo permita tu estatura!
*Pedro Bonifacio Palacios,
mejor conocido como Almafuerte
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