Silogismo
de la infancia
Y se
preguntan, cómo produjo aquel sauce
manzanas.
Y
para
qué, azules. No obstante, el salmón
de
la alberca llegó del mar
y
los niños
hablan
de unas dalias mínimas que crecen en
sus
agallas. Y qué piden: bocanadas
de
aroma
y el
viejo subterfugio inmóvil de las piedras.
Y el
pájaro
inconcebible
que
abrevó en el más tiempo légamo de los
pozos.
En sus bosques
inversos
reposa
aquel pájaro y su ave inunda el
paladar
azul de los niños que
retozan
y
braman
como
una fuga de órganos altivos entre
la
arborescencia
de
los viveros.
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