sábado, 2 de enero de 2016

BALAM RODRIGO




Abrilésima nostalgia



El marimbar de la lluvia es abrilésima nostalgia.

Un olor de mangos resucita los bemoles
que la tarde hiere al percutir su música de zinc
tras goterones y aguaceros.

De la trópica lluvia los tenues hilillos
escurriendo en paredones y arboladuras
cual aves en los postes de petrificada luz y canto
que fluyen hacia el mar
en una lunación de sextantes muertos.

Quejosa es su tonada, su piar de ninfas
que habitan en oscura sal y tesituras.

Ya canta la batracia tarde su creación madura,
su bichosa faz que de un salto inunda todo
con sus anclas de agua.

Lenguación tras lenguación, los líquidos insectos
muertan las ciudades:

Efímero es su lluviar entre los brevísimos nosotros.




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