La
lágrima
No
sé quién la lloró, pero la siento
(por su calor secreto y su amargura)
como brotada de mi desventura,
como nacida de mi desaliento.
(por su calor secreto y su amargura)
como brotada de mi desventura,
como nacida de mi desaliento.
Quizá
desde un lejano sufrimiento,
desde los ojos de una estrella pura,
se abrió camino por la noche oscura
para llegar hasta mi sentimiento.
desde los ojos de una estrella pura,
se abrió camino por la noche oscura
para llegar hasta mi sentimiento.
Pero
la siento mía, porque alumbra
mi corazón sin esa luz sin tasa
que sólo puede dar el propio fuego:
mi corazón sin esa luz sin tasa
que sólo puede dar el propio fuego:
Rayo
del mismo sol que me deslumbra,
chispa del mismo incendio que me abrasa,
gota del mismo mar en que me anego.
chispa del mismo incendio que me abrasa,
gota del mismo mar en que me anego.
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