Jorge
Navarro
Fue
tan valiente como para no morir de tristeza.
Hablaba en las asambleas
y una vez hizo un periódico
tenía un acordeón
pero sabía que hay un deber de cantar
y otro de morir
murió con los pies engusanados
por el lodo de Bocaycito
pero resucitó
el mismo día
y por todos lados.
Hablaba en las asambleas
y una vez hizo un periódico
tenía un acordeón
pero sabía que hay un deber de cantar
y otro de morir
murió con los pies engusanados
por el lodo de Bocaycito
pero resucitó
el mismo día
y por todos lados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario