El
hijo
Se
inicia y abre en tí, pero estás ciega
para ampararlo y si camina ignoras
por flores de mujer o espada de hombre,
ni qué alma prende en él, ni cómo mira.
para ampararlo y si camina ignoras
por flores de mujer o espada de hombre,
ni qué alma prende en él, ni cómo mira.
Lo
acunas balanceando, rama de aire,
y se deshace en pétalos tu boca
porque tu carne ya no es carne, es tibio
plumón de llanto que sonríe y alza.
y se deshace en pétalos tu boca
porque tu carne ya no es carne, es tibio
plumón de llanto que sonríe y alza.
Sombra
en tu vientre apenas te estremece
y sientes ya que morirás un día
por aquél sin piedad que te deforma.
y sientes ya que morirás un día
por aquél sin piedad que te deforma.
Una
frase brutal te corta el paso
y aún rezas y no sabes si el que empuja
te arrolla sierpe o ángel se despliega.
y aún rezas y no sabes si el que empuja
te arrolla sierpe o ángel se despliega.
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