Vaso
me hiciste, hermético alfarero,
y diste a mi oquedad las dimensiones
que sirven a la alquimia de la carne.
Vaso me hiciste, recipiente vivo
para la forma un día diseñada
por el secreto ritmo de tus manos.
y diste a mi oquedad las dimensiones
que sirven a la alquimia de la carne.
Vaso me hiciste, recipiente vivo
para la forma un día diseñada
por el secreto ritmo de tus manos.
«Hágase
en mí», repuse. Y te bendije
con labios obedientes al destino.
con labios obedientes al destino.
¿Por
qué, después, me robas y defraudas?
Libre
el varón camina por los días.
Sus recias piernas nunca soportaron
esa tremenda gravidez del fruto.
Sus recias piernas nunca soportaron
esa tremenda gravidez del fruto.
Liso
y escueto entre ágiles caderas
su vientre no conoce pesadumbre.
su vientre no conoce pesadumbre.
Sólo
un instante, furia y goce, olvida
por mí su altiva soledad de macho;
libérase a sí mismo y me encadena
al ritmo y servidumbre de la especie.
por mí su altiva soledad de macho;
libérase a sí mismo y me encadena
al ritmo y servidumbre de la especie.
Cuán
hondamente exprimo, laborando
con células y fibras, con mis órganos
más íntimos, vitales dulcedumbres
de mi profundo ser, día tras día.
con células y fibras, con mis órganos
más íntimos, vitales dulcedumbres
de mi profundo ser, día tras día.
Hácese
el hijo en mí. ¿Y han de llamarle
hijo del Hombre cuando, fieramente,
con decisiva urgencia me desgarra
para moverse vivo entre las cosas?
Mío es el hijo en mí y en él me aumento.
Su corazón prosigue mi latido.
Saben a mí sus lágrimas primeras.
su risa es aprendida de mis labios.
y esa humedad caliente que lo envuelve
es la temperatura de mi entraña.
hijo del Hombre cuando, fieramente,
con decisiva urgencia me desgarra
para moverse vivo entre las cosas?
Mío es el hijo en mí y en él me aumento.
Su corazón prosigue mi latido.
Saben a mí sus lágrimas primeras.
su risa es aprendida de mis labios.
y esa humedad caliente que lo envuelve
es la temperatura de mi entraña.
¿Por
qué, Señor, me lo arrebatas luego?
¿Por qué me crece ajeno, desprendido,
como amputado miembro, como rama
desconectada del nutricio tronco?
¿Por qué me crece ajeno, desprendido,
como amputado miembro, como rama
desconectada del nutricio tronco?
En
vano mi ternura lo persigue
queriéndolo ablandar, disminuyéndolo.
Alto se yergue. duro se condensa.
Su frente sobrepasa mi estatura,
y ese pulido azul de sus pupilas
que en un rincón de mí cuajó su brillo
me mira desde lejos, olvidando.
queriéndolo ablandar, disminuyéndolo.
Alto se yergue. duro se condensa.
Su frente sobrepasa mi estatura,
y ese pulido azul de sus pupilas
que en un rincón de mí cuajó su brillo
me mira desde lejos, olvidando.
Apenas
sí las yemas de mis dedos
aciertan a seguir por sus mejillas
aquella suave curva que, al beberme,
formaba con la curva de mis senos
dulcísima tangencia.
aciertan a seguir por sus mejillas
aquella suave curva que, al beberme,
formaba con la curva de mis senos
dulcísima tangencia.
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