miércoles, 6 de julio de 2016

JAVIER SALVAGO




Un vividor retirado habla del deseo



En otro tiempo fue mi huésped,
mi inseparable compañero,
mi camarada. Compartía
conmigo mesa, cama y techo.

Como al hermano que no tuve,
le confiaba mis secretos,
y él me llevaba de la mano
por mundos mágicos y nuevos.

Me descubrió y abrió caminos
en la frontera de los sueños.
Me señaló ocultos tesoros
sobre los mapas de los cuerpos.

Con él, la noche estaba llena
de tentaciones y de vértigos.
Con él, tenía sentido todo:
el paraíso y el infierno.



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