viernes, 10 de junio de 2022

WENCESLAO VARELA

 

  

Modestia aparte

 

 

Como vanguardia aguerrida

traigo mi poco saber,

aprendido al recorrer

los caminos de la vida.

De humilde cuna, mecida

bajo techo de humildá,

que aguantó la tempestá,

los años y la pobreza,

traigo: valor, entereza,

y amor a la libertá.

 

Y soy, de poncho y espuela

sobre cualquier redomón,

uno más de mi nación

con la vida por escuela,

el que a versos y vigüela

con nudos y disonancias

en poblados o en estancias

se cortó solo, a lo entero,

con modestia o altanero

asegún las circunstancias.

 

Cuando encuentro un reserváo

d’esos que ninguno ensilla,

es, pa’mi, cosa sencilla

dejarlo, a espuela, charquito.

Cuando topo un mal habláo

con fama de aguantador,

le hablo a solas “con amor”

qu’es bueno pa’dominar,

y, si no quiere aflojar,

lo sé llamar al rigor.

 

En rueda’e “monte”, prefiero

apuntar a la menor,

y si salgo ganador

rescato cuando yo quiero.

En la taba soy certero

y muy cebao a ganar,

durísimo de aguantar

cuando el güeso es de mi gusto.

De ver plata, no me asusto,

cuando me afirmo a “clavar”.

 

Jamás, con mi moro, arrollo

si d’entro en una carrera;

con “rastras” no armo cuadrera

porque teng’orgullo criollo.

Salir “de abajo” es un “bollo”,

cuando quiero corto luz,

“fiador”, “pescuezo”, “testuz”

los saco justo, pues no!

siempre que lo corra yo,

que me hago un ñudo en la cruz.

 

Y pialando a medio lazo

en un rodeo parao

soy seguro pa’l “volcáo”

y pa’l “revés” segurazo!

En elogios a mi brazo

se ha gastáo gente campera,

pues pa’guampiar campo ajuera

soy cosa que “ni d’encargo”,

aunque tengo un lazo largo

como legua brasilera.

 

En ruedas de pericón,

como en versos, no me achico;

echo, apenas abro el pico,

pa’mi láo un corazón.

La endulzo a conversación

porque mi labia no es poca,

y si una “taura” me toca,

d’esas que andan coqueteando,

me l’arrincono bailando

hasta que “le copo en boca”.

 

En amores, nunca dejo

que naides me pida cuenta;

que los “quince a los cuarenta”

me dio por remedio un viejo.

Voy ‘end’entonces parejo

sin faltar a mis deberes,

pues en cuestión de quereres,

da más la fama qu’el oro…

He dejáo “lunanco” el moro

de tanto cargar mujeres!

 

A todo el mundo respeto,

dende chico he respetáo,

pero cuando estoy mamáo

mejor que me dejen quieto.

Ande me apretan, aprieto,

y soy duro p’apretar.

Van a tener que aguantar,

y es maña vieja que tengo:

a malas ni voy ni vengo

ni me dejo “coroniar”.

 

Que se abra cancha el caudillo

con las púas como gallo

y los baguales con callo

Del bocáo sobr’el colmillo…

Le saco el cuerpo al cuchillo,

tranquilo paro el “hachazo”,

a las mujeres… a abrazos

–hijo de bárbara escuela-

a los baguales… a espuela,

y a los malos… a ponchazos!

 

 

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