La
isla
No
la busques, la Isla
te encontrará a ti.
En esos bares
en los que siempre cenas solo,
en la obsesión por contemplar un día
la aurora boreal, en las horas
de fiebre cuando desde el escalofrío
de la sábana mirabas
cobijarse de la lluvia
a los inflados gorriones. Incluso
mientras, indiferente, escéptico,
oficias a un dios desconocido.
te encontrará a ti.
En esos bares
en los que siempre cenas solo,
en la obsesión por contemplar un día
la aurora boreal, en las horas
de fiebre cuando desde el escalofrío
de la sábana mirabas
cobijarse de la lluvia
a los inflados gorriones. Incluso
mientras, indiferente, escéptico,
oficias a un dios desconocido.
Donde
estés
-entre el tedio o la frivolidad
fugitiva- allí
donde quiera que te escondas,
la Isla encuentra al náufrago.
-entre el tedio o la frivolidad
fugitiva- allí
donde quiera que te escondas,
la Isla encuentra al náufrago.
De "Escritura o
paraíso"
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