sábado, 19 de diciembre de 2015

CARMEN JODRA DAVÓ




3. No comprendo. La sed del agua fría...



No comprendo. La sed del agua fría
se calma al tercer trago; la del vino,
otro tanto, y el paladar más fino
se cansa del manjar que requería.

El sueño acaba al empezar el día,
y la pereza al verse en el camino;
todo anhelo se va tal como vino
apenas toma lo que pretendía.

Y sin embargo hay una sed extraña
que mantiene sin fin toda su saña...
Quizá sean cosas de la adolescencia,

pero devoré anoche la manzana
y de nuevo me hallaba esta mañana
trémula toda de concupiscencia




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