Umbral del hijo
Viva sospecha de carne no mirada,
voz ya, promesa
de más cautelas y solicitudes,
palabra todavía,
que figura tinieblas aledañas.
Allí se mueve, sólido,
cuerpo que no se ve pero se tiene,
se sabe, se dibuja
con dormidos asedios entretanto.
Amor ayer, hoy prisionero leve,
árbol será de todas las mañanas.
Viva sospecha de carne no mirada,
voz ya, promesa
de más cautelas y solicitudes,
palabra todavía,
que figura tinieblas aledañas.
Allí se mueve, sólido,
cuerpo que no se ve pero se tiene,
se sabe, se dibuja
con dormidos asedios entretanto.
Amor ayer, hoy prisionero leve,
árbol será de todas las mañanas.
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