sábado, 17 de junio de 2017

EUGENIO MONTALE




Siria



Decían los antiguos que la poesía
es escala hacia Dios. Acaso no es así
cuando me lees. Pero bien conozco el día
que por ti rencontré la voz, suelto
en un rebaño de nubes y de ágiles
cabras que en un peñasco deshojaban
zarzales y carrizos, y los rostros demacrados
de la luna y del sol se fundían,
el motor averiado y una flecha
de sangre en una peña señalaba
el camino de Aleppo.


De: “La tormenta y lo demás”


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