Danza
de la muerte
Así
perecemos, así perecemos,
todos
los días perecemos,
pues
es muy cómodo dejarse morir.
De
mañana todavía entre sueño y sueño,
Más
allá a mediodía.
De
noche en lo más hondo de la tumba.
La
guerra es nuestro burdel.
Nuestro
sol es de sangre.
La
muerte es nuestro símbolo y eslogan.
Niño
y hembra abandonamos
¿En
qué nos conciernen?
Pues
ahora es posible
Tan
solo abandonarnos a nosotros.
Así
asesinamos, así asesinamos.
todos
los días lapidamos
colegas
nuestros en la danza de la muerte.
Álzate
hermano ante mí,
¡Hermano,
tu pecho!
Hermano
que debes caer y morir.
No
ruñimos, no gruñimos.
Todos
los días nos callamos,
Hasta
que el hueso ilíaco gira en su juntura.
Duro
es nuestro lecho,
Duro
nuestro pan.
Inmundo
y sangriento el Dios adorado.
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