viernes, 30 de diciembre de 2016

CARLOS DRUMMOND DE ANDRADE




Vamos, no llores...



Vamos, no llores...
La infancia se ha perdido.
La juventud se ha perdido.
Pero la vida aún no se ha perdido.
El primer amor ya pasó.
El segundo también pasó.
El tercer amor pasó.
Pero aún continúa vivo el corazón.

Perdiste a tu mejor amigo.
No realizaste ningún viaje.
No posees tierra, ni casa, ni barco,
pero tienes un perro.

Algunas duras palabras
en voz  tenue, te golpearon.
Esas, nunca, nunca cicatrizan.
Sin embargo,  ¿existe el humor?





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