Tú
das la vista a mis pupilas ciegas...
Tú
das la vista a mis pupilas ciegas
y a mi voz la ternura que te nombra;
amor, cuánta amargura, cuánta sombra
se destruye en la luz en que me anegas.
y a mi voz la ternura que te nombra;
amor, cuánta amargura, cuánta sombra
se destruye en la luz en que me anegas.
En
hoces claras a mi pecho llegas
y la esperanza al corazón asombra,
por ti la mano del olvido escombra
los restos tristes del dolor que siegas.
y la esperanza al corazón asombra,
por ti la mano del olvido escombra
los restos tristes del dolor que siegas.
Por
ti vencido, el peso de la angustia
inútilmente ya su fuerza mustia
contra tus simples luces abre inerte.
inútilmente ya su fuerza mustia
contra tus simples luces abre inerte.
Amor,
ardiente lámpara en la oscura
soledad, segador de la amargura.
Está lejano el miedo de perderte.
soledad, segador de la amargura.
Está lejano el miedo de perderte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario