viernes, 7 de diciembre de 2012

PABLO NERUDA





Era mi corazón un ala viva y turbia...



Era mi corazón un ala viva y turbia...
un ala pavorosa llena de luz y anhelo.
Era la primavera sobre los campos verdes.
Azul era la altura y era esmeralda el suelo.

Ella -la que me amaba- se murió en primavera.
Recuerdo aún sus ojos de paloma en desvelo.
Ella -la que me amaba- cerro sus ojos... tarde.
Tarde de campo, azul. Tarde de alas y vuelos.
Ella -la que me amaba- se murió en primavera...
y se llevó la primavera al cielo.

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