miércoles, 4 de marzo de 2015

ANTONIO MACHADO


 

Campo

 

La tarde está muriendo
como un hogar humilde que se apaga.

Allá, sobre los montes,
quedan algunas brasas.

Y ese árbol roto en el camino blanco
hace llorar de lástima.

¡Dos ramas en el tronco herido, y una
hoja marchita y negra en cada rama!

¿Lloras?...Entre los álamos de oro,
lejos, la sombra del amor te aguarda.

 

 

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