Decima
Pasaste
como cantando
aquella semana aciaga.
Tú me curaste una llaga
que se me abrió no sé cuándo.
Ya me estaba acostumbrando
al calor de tu cintura,
a tu caliente ternura
y a tu modo de besar.
Pero te empecé a olvidar
con dolor y sin premura.
aquella semana aciaga.
Tú me curaste una llaga
que se me abrió no sé cuándo.
Ya me estaba acostumbrando
al calor de tu cintura,
a tu caliente ternura
y a tu modo de besar.
Pero te empecé a olvidar
con dolor y sin premura.
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