miércoles, 25 de noviembre de 2015

JOSÉ MARÍA HINOJOSA




Unidos por la luz



Bajo una misma luz
están nuestras cabezas.

Tu corazón y el mío
cantan sobre las piedras
cuando la noche oculta
los rugidos de fieras.

¿Tu corazón y el mío eran sólo de arena?

Por el desierto arrastran los camellos sus penas
y llevan en sus ojos oasis de palmeras.

¿Tú corazón y el mío
eran sólo de arena?

Por el desierto arrastran
los camellos sus penas
y llevan en sus ojos
oasis de palmeras.

¿Tu corazón y el mío
eran sólo de arena?

Nuestras sombras unidas
florecen en la tierra.


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