¡Cuántas
veces te me has engalanado,
clara y amiga noche! ¡Cuántas, llena
de oscuridad y espanto, la serena
mansedumbre del cielo me has turbado!
clara y amiga noche! ¡Cuántas, llena
de oscuridad y espanto, la serena
mansedumbre del cielo me has turbado!
Estrellas
hay que saben mi cuidado
y que se han regalado con mi pena;
que, entre tanta beldad, la más ajena
de amor tiene su pecho enamorado.
y que se han regalado con mi pena;
que, entre tanta beldad, la más ajena
de amor tiene su pecho enamorado.
Ellas
saben amar, y saben ellas
que he contado su mal llorando el mío,
envuelto en los dobleces de tu manto.
Tú, con mil ojos, noche, mis querellas
oye y esconde, pues mi amargo llanto
es fruto inútil que al amor envío.
que he contado su mal llorando el mío,
envuelto en los dobleces de tu manto.
Tú, con mil ojos, noche, mis querellas
oye y esconde, pues mi amargo llanto
es fruto inútil que al amor envío.
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