Adiós
a la infancia
Se llamaba Graciela y era en
el colegio el patio abierto y la mañana azul. Era su cuerpo un durazno en sazón
y en las noches una rama de estrellas. Yo tenía doce años, Graciela tal vez
también. Volaban los pájaros desde el sur para visitarla en el patio del
colegio y sobrevolaban luego los parques y jardines de San Ángel para
acompañarla a la hora de la salida. Bajaba del eucalipto oloroso una racha de
pájaros. Graciela, doce años, rama de estrellas, durazno en sazón, racha de
pájaros en su levísima falda.
De: "Poesía reunida"
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