Dehesa de la villa
¡Dehesa
de la villa!
Desde esa hora,
el azul se te espesa,
se te enamora.
¡Qué
maravilla!
En tu hierba, Dehesa,
fue su mejilla.
¡Fue
tu mejilla, esposa!
Cómo lucía
en el aire la rosa
de tu alegría.
¡Viva
mi suerte!
Sobre la hierba un día,
volveré a verte.
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