viernes, 5 de julio de 2013

AMADO NERVO




Damiana se casa



Con mis amargos pensares
y con mis desdichas todas,
haré tu ramo de bodas,
que no será de azahares. 

Mis ojos, que las angustias
y el continuado velar
encienden, serán dos mustias
antorchas para tu altar. 

El llanto que de mi cuita
sin tregua brotando está,
tu frente pura ungirá
como con agua bendita... 

-Señor, no penes, tu ceño
me duele como un reproche;
-¡Que pálida estás, mi dueño!
-Es que pasé mala noche,
el amor me quita el sueño... 

-¡Y te vas!...
-Me voy, es tarde,
me aguardan; ¡el templo arde
como un sol! Tu mal mitiga,
Señor, ¡y Dios te bendiga!
-Damiana, que Dios te guarde... 



No hay comentarios:

Publicar un comentario