El ovillo de la luna 1
El
gato de la abuela
se
cansa de jugar con el ovillo;
ese
gato sabe que allí, junto al fuego,
confortablemente,
puede estar tranquilo
y
jugar con el ovillo de estambre
mientras
la abuela desenreda el hilo.
Pero
el gato se va al techo
y
en el caballete, contra el infinito,
se
perfila su arco anhelante
proyectado
hacia el vacío,
mientras
esboza pataditas
a
la luna, que es un ovillo.
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