Este limón
Este
limón, lo sé,
cifra
en su óvalo apretado
una
respuesta.
¡Alforja
de agua y vidrio,
mansión
del
jeroglíficio!
De
su millar de labios
manan
sólo
esdrújulas.
No
lo entiendo,
su
lengua es atropello
y
garfios.
Me
observa.
No
es fácil sostener
tal
iris.
Me
desespera,
pica,
me instiga
y
no se calla.
No
conoce la calma
este
panal de luces:
lo
que sabe lo enciende.
¿Qué
preguntarle al erudito
bizco
e
iracundo?
Este
limón me está gritando,
tira
de mis patillas,
desenvaina
un sable.
Su
acero zigzaguea,
me
hiere los meñiques:
ha
mordido mi lengua.
¿Qué
quieres, arrogante?
¿Por
qué demueles a punzadas
esta
calma?
Acerco
el oído,
el
codo,
lo
escucho con las puntas.
Limón
limón,
turbia
chispa
del aire.
Limón,
tupida
insinuación.
Devuélvete
girando
hacia
la médula,
concéntrate.
Oh
agrio
mi
indescifrable amigo,
olvídame
y olvídate.
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