Reverendo Lemuel Wiley
Prediqué
cuatro mil sermones,
dirigí cuarenta misas de resurrección
y bauticé a no pocos conversos.
Pero ninguno de mis actos
brilla más en la memoria del mundo,
que el haber salvado a los Bliss del divorcio,
y ninguno le es más caro a mi persona
y el haber librado a sus hijos de esa desgracia
para que se hicieran hombres y mujeres decentes,
felices ellos, beneméritos del pueblo.
dirigí cuarenta misas de resurrección
y bauticé a no pocos conversos.
Pero ninguno de mis actos
brilla más en la memoria del mundo,
que el haber salvado a los Bliss del divorcio,
y ninguno le es más caro a mi persona
y el haber librado a sus hijos de esa desgracia
para que se hicieran hombres y mujeres decentes,
felices ellos, beneméritos del pueblo.
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