Matrimonio de la dulce maru y su hermoso okobín cuidador
de odres
cuando
cruzo maru oh tu ciudad riquimada en mil manzanas
me enredo en tu barrio de la esquina
me pongo a silbarte
la balada del cheyenne montado en un carnero negro
me
encuentro maru con que estás
colgada encima de los nísperos contemplando a okobín
volabas
graznando con tu taza de begonias
en la mano y te veía parada en el establo
subida al techo
con tu listón mostrando las uvas de fragoroso terciopelo
y saltabas luego
por encima de tu catedral de agujas y florerones
y se enredaba tu vestido
encima de mi mano (vestido hecho con enredo de agujeros)
y te
traía a mi mesa acompañando a mi madre
y te llevaba a mirar las batallas perdidas de mi hermano
y te
seguía corriendo hasta el sena
tocando los tambores con las gotas de nylon que caían
de tus labios y te traje en mi caballo alakur
con tu cuerpo de colores hacia lima
ay
dios te dije
y
okobín se peinaba y te borraba las primeras pecas de amaranto
ay
dios te dije
y
okobín te peinaba las manos y te traía a new york
en una tarde de carnaval cubriendo tu rostro de bolas y boroboles
ay
te dije
y
okobín rompía el último milagro de tu boca a su pecho
casándote por cuidarte los odres montado en un carnero negro.
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