Al
nombre de alguna mujer
tu
cuerpo es un deseo de ti por todas partes. tu cuerpo es un imán tensado mis
rodillas. eternidad de un día desde la que borracho de urgencias me disuelvo.
fugacidad con brazos para estrecharme a un fuego. tu cuerpo es una flor
brotando de un espejo. un temor con esperma recogido en el vientre. la pelvis
una playa que agrupa un mar de besos. tu cuerpo es un recuerdo que no tiene
pasado. permanencia del agua en racimos de unas horas. tu cuerpo es la noche
con su nada redonda. el sonido. el metal. la soledad. la campana que hincha la
neblina sobre las viejas piedras de la catedral. tu cuerpo es un deseo de ti
por todo el tiempo. escasos los dedos. tremendos los ojos y unas ingles llanas
de las que crecen nubes. tu cuerpo no amanece. tu cuerpo inventa alas. azul en
lo azul. desde lo blanco blanco. voz en la voz y por el viento soplo. tu cuerpo
es un deseo de ti por todo sitio. tu cuerpo es una danza de ti si el piano
flota. tu cuerpo es un reclamo de amor en cada gesto. tu cuerpo es un deseo de
ti por todas partes.
De:
“La invención del día”
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