martes, 8 de abril de 2025

ARIANNA MATHISON

 


 

Canto de virgen

 


Abuela,

no soy digna de que entres a mi casa;

pero una palabra tuya

bastará para sanarme

Estos barrotes de sangre y piel,

hoy son más escuetos que nunca.

 

He barrido todos los rincones de mi cuerpo,

para desempolvar tu rostro.

 

Te oro, abuela,

a ti que por cada óvulo fecundado

se te cuarteaban los dientes.

 

Te pido, que por la espuma de este río,

no mengües tu mano

y toques mi frente. 

 

Dame un poco

de sangre limpia

para tejer un nido

donde las ratas

no se atrevan

a nacer.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario