Acuarela
Respirabas
en mí, en mí; pero muy dentro,
como los tiernos brotes de una planta pequeña.
El aire de tu vaho llegaba al pensamiento
dándole vida al canto del pájaro que sueña.
como los tiernos brotes de una planta pequeña.
El aire de tu vaho llegaba al pensamiento
dándole vida al canto del pájaro que sueña.
Corrías
en la sangre de mis noches ingrávidas
y en los ríos crecidos de minutos sin fin,
también como una lluvia perdurable de lágrimas
caías en el golfo que ronda mi Delfín.
y en los ríos crecidos de minutos sin fin,
también como una lluvia perdurable de lágrimas
caías en el golfo que ronda mi Delfín.
Piel
rizada en la tibia caricia de otros labios,
verbo de la neurosis deshecho en el trastorno.
Brújula sin imán, dirigiste mis barcos
en una travesía que no tuvo retorno.
verbo de la neurosis deshecho en el trastorno.
Brújula sin imán, dirigiste mis barcos
en una travesía que no tuvo retorno.
El
derecho al amor que ejercían tus ojos
era el escrito largo de una pluma inexperta,
buscando pertinaz, maravillas de un cosmos,
y percibiendo sólo mi geografía desierta.
era el escrito largo de una pluma inexperta,
buscando pertinaz, maravillas de un cosmos,
y percibiendo sólo mi geografía desierta.
Las
mágicas reuniones de mis dudas antiguas
inexcusablemente llegaban como niños
a desatar la enorme borrasca de tu risa
sobre el casto pelambre de enero y sus armiños.
inexcusablemente llegaban como niños
a desatar la enorme borrasca de tu risa
sobre el casto pelambre de enero y sus armiños.
Debí
cansarte mucho, sin notarlo siquiera;
a los reinos de abajo mis reyes han caído.
La historia de sus vidas, las sepultó la arena
del médano más grande que levantó el olvido.
a los reinos de abajo mis reyes han caído.
La historia de sus vidas, las sepultó la arena
del médano más grande que levantó el olvido.
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