Para
no morirme
Escribiré
un soneto que le oponga a mi muerte
un muro construido de tan recia manera,
que pasará lo débil y pasará lo fuerte
y quedará mi nombre igual que si viviera.
un muro construido de tan recia manera,
que pasará lo débil y pasará lo fuerte
y quedará mi nombre igual que si viviera.
Como
un niño que rueda de una alta escalera
descenderá mi cuerpo al seno de la muerte.
Mi cuerpo, no mi nombre; mi esencia verdadera
se inscrustará en el muro de mi soneto fuerte…
descenderá mi cuerpo al seno de la muerte.
Mi cuerpo, no mi nombre; mi esencia verdadera
se inscrustará en el muro de mi soneto fuerte…
De
súbito comprendo que ni ahora ni luego
arrancaré mi nombre al merecido olvido.
Yo no podré librarle de las garras del fuego,
arrancaré mi nombre al merecido olvido.
Yo no podré librarle de las garras del fuego,
no
podré levantarle del polvo en que ha caído.
No he de ser otra cosa que un sofocado ruego,
un soneto inservible y un muro destruido.
No he de ser otra cosa que un sofocado ruego,
un soneto inservible y un muro destruido.
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