Vida
Un
pájaro de papel en el pecho
dice
que el tiempo de los besos no ha llegado;
vivir,
vivir, el sol cruje invisible,
besos
o pájaros, tarde o pronto o nunca.
Para
morir basta un ruidillo,
el
de otro corazón al callarse,
o
ese regazo ajeno que en la tierra
es
un navío dorado para los pelos rubios.
Cabeza
dolorida, sienes de oro, sol que va a ponerse;
aquí
en la sombra sueño con un río,
juncos
de verde sangre que ahora nace,
sueño
apoyado en ti calor o vida.
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