Tú
eres mío, tú eres mía
Niña
hermosa que me humillas
con tus ojos grandes, bellos:
son para ellos, son para ellos
estas suaves redondillas.
son para ellos, son para ellos
estas suaves redondillas.
Son
dos soles, son dos llamas,
son la luz del claro día;
son su fuego, niña mía,
los corazones inflamas.
son la luz del claro día;
son su fuego, niña mía,
los corazones inflamas.
Y
autores contemporáneos
dicen que hay ojos que prenden
ciertos chispazos que encienden
pistolas que rompen cráneos.
dicen que hay ojos que prenden
ciertos chispazos que encienden
pistolas que rompen cráneos.
De "Abrojos"
xxxv
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