viernes, 15 de noviembre de 2013

SEVERO SARDUY



Renuncia a tu cuidado, bien lo sé...


Renuncia a tu cuidado, bien lo sé: tras
ese dolor que tu embestida aqueja,
en alivio y placer muda la queja,
más sosegada cuanto más penetras.

Cerveza transmutada o sidra añeja,
del oro tibio la furiosa recta
su apagado licor suma y proyecta
sobre el cuerpo deseoso que festeja

tanto derrame. A bálsamos o ardides
que atenúen la quema de tu entrada
nunca recurras. Mientras menos cuides,


unjas, prevengas, o envaselinada
disimules, mejor. Para que olvides
el mudo simulacro de la nada.

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