viernes, 9 de mayo de 2014

ERNESTO CARDENAL



 
Bienaventurado el hombre (Salmo 1)
 
 
Bienaventurado el hombre que no sigue las consignas del Partido ni
  asiste a sus mítines
ni se sienta a la mesa con los gánsters
  ni con los Generales en el Consejo de Guerra
  Bienaventurado el hombre que no espía a su hermano
ni delata a su compañero de colegio
Bienaventurado el hombre que no lee los anuncios comerciales
ni escucha sus radios
ni cree en sus slogans
 
Será como un árbol plantado junto a una fuente.

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