martes, 14 de abril de 2015

MARIÀ MANENT




A una golondrina que me despertó al romper el alba

 

¿Qué sabes tú, sedosa y dulce amiga,
cuando el albor comienza a ser dorado,
qué sabes tú del valladar sombrío
         y de mi insomnio humano?

Húmedo por la sombra azul, el liquen:
cerca del nido, debe estar más claro:
pero tu canto lejos se llevaba
         el Sueño -esquivo pájaro.

No conoces el inquieto párpado,
la frente en la almohada casi ardiendo,
ni el lecho ennegrecido de tiniebla,
         tú, entre el alba y el viento.

 
De "Las acacias salvajes"
Versión de José Agustín Goytisolo

 

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