jueves, 21 de enero de 2021

SANDRA CISNEROS

 

 

 

Después de todo

 

 

Siempre es lo mismo.
sin alcohol en casa,
el último puro apagado en sus cenizas
y una gran dosis de poemas.

 

A las 2 a.m. sabes
eso no es bueno para ti.
Pero ahí vas,
arterias crujiendo como
artillería cuando marcas
el teléfono.

 

Este u oeste.
Central o Pacífico.
Chicago, San Antonio, Nueva York.

 

Y cuando atraviesas,
lanzando palabras tan grandes como piedras,
cortando el aire con la lengua,
detonando esposas y
sentando bebés llorando.

 

Y cuando tus amantes terminan
diciéndote: ¡estás loca,
jódete, deja de gritar
y habla inglés por favor!

 

Después de todo
lo rompible está roto,
el silencio salió caro,
el tono del teléfono aúlla
como tu corazón.

 

 

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