Pasión
I
Tú
tienes, para mí, todo lo bello
que
cielo, tierra y corazón abarcan;
la
atracción estelar ¡de esas estrellas
que
atraen como tus lágrimas!;
II
La
sinfonía sacra de los seres,
los
vientos, los bosques y las aguas,
en
el lenguaje mudo de tus ojos
que,
mirándome, hablan;
III
Los
atrevidos rasgos de las cumbres
que la
celeste inmensidad asaltan,
en
las gentiles curvas de tu seno…
¡oh,
colina sagrada!
IV
Y el
desdeñoso arrastre de las olas
sobre
los verdes juncos y las algas,
en
el raudo vagar de tu memoria
por
mi vida de paria.
V
Yo
tengo, para ti, todo lo noble
que
cielo, tierra y corazón abarcan;
el
calor de los soles, ¡de los soles
que,
como yo, te aman!;
VI
El
gemido profundo de las ondas
que
mueren a tus pies sobre la playa,
en
el tapiz purpúreo de mi espíritu
abatido
a tus plantas;
VII
La
castidad celeste de los besos
de
tu madre bendita, en la mañana,
en
la caricia augusta con que tierna
te
circunda mi alma.
VIII
¡Tú
tienes, para mí todo lo bello;
yo
tengo para ti, todo lo que ama;
tú,
para mí, la luz que resplandece,
yo,
para ti, sus llamas!
Nota:
Almafuerte seudónimo de Pedro Bonifacio Palacios
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