lunes, 9 de diciembre de 2024

MARIO BENEDETTI

 

 

 

 

Como árboles

 


 

Quién hubiera dicho

que estos poemas de otros

iban a ser

míos

 

después de todo hay hombres que no fui

y sin embargo quise ser

si no por una vida al menos por un rato

o por un parpadeo

 

en cambio hay hombres que fui

y ya no soy ni puedo ser

y esto no siempre es un avance

 a veces es una tristeza

 

hay deseos profundos y nonatos

que prolongué como coordenadas

hay fantasías que me prometi

y desgraciadamente no he cumplido

y otras que me cumplí sin prometérmelas

 

hay rostros de verdad

que alumbraron mis fábulas

rostros que no vi más pero siguieron

vigilándome desde

 la letra en que los puse

 

hay fantasmas de carne otros de hueso

también hay los de lumbre y corazón

o sea cuerpos en pena almas en júbilo

que vi o toqué o simplemente puse

a secar

a vivir

a gozar

a morirse

pero además está lo que advertí de lejos

 

yo también escuché una paloma

que era de otros diluvios

yo también destrocé un paraíso

que era de otras infancias

yo también gemí un sueño

que era de otros amores

 

asi pues

desde este misterioso confín de la existencia

los otros me ampararon como árboles

con nidos o sin nidos

poco importa

no me dieron envidia sino frutos

 

esos otros están

aquí

 

sus poemas

son mentiras de a puño

son verdades piadosas

 

están aqui

rodeándome

juzgandome

con las pobres palabras que les di

 

hombres que miran tierra y cielo

a través de la niebla

o sin sus anteojos

también a mí me miran

con la pobre mirada que les di

 

son otros que están fuera de mi reino

claro

pero además

estoy en ellos

 

a veces tienen lo que nunca tuve

a veces aman lo que quise amar

a veces odian lo que estoy odiando

 

de pronto me parecen lejanos

tan remotos

que me dan vértigo y melancolía

y los veo minados por un duelo sin llanto

y otras veces en cambio

los presiento tan cerca

que miro por sus ojos

y toco por sus manos

y cuando odian me alegro de su rencor

y cuando aman me arrimo a su alegría

 

quién hubiera dicho

que estos poemas míos

iban a ser

de otros.

 

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