Afuera
hace una noche plateada y muy clara
¡y yo encogido cerca de mi fuego mezquino!
La luna está velando, lo mismo que una madre,
a la encina, al paraje, al estanque dormido.
Percibo bien que un gran deseo invade
mi pecho, y yo quisiera sentirme espabilado
y caminar, bajo la luna clara,
por trochas donde brilla el romero escarchado.
Pero me quedo cerca de mi fuego mezquino.
¡y yo encogido cerca de mi fuego mezquino!
La luna está velando, lo mismo que una madre,
a la encina, al paraje, al estanque dormido.
Percibo bien que un gran deseo invade
mi pecho, y yo quisiera sentirme espabilado
y caminar, bajo la luna clara,
por trochas donde brilla el romero escarchado.
Pero me quedo cerca de mi fuego mezquino.
De "Las acacias salvajes"
Versión de José Agustín Goytisolo
Versión de José Agustín Goytisolo
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